¿Te preguntas si es bueno ir al gimnasio?
Cuando nos preguntamos por qué ir al gimnasio,es probablemente porque ya tenemos alguna respuesta rondando en nuestro interior. Pensamos en acudir al gimnasio cuando dejamos de sentirnos cómodos con nuestra condición física, cuando pasamos demasiado tiempo realizando trabajos en el que nos movemos muy poco, o cuando nos lo aconseja un médico.
Vivimos tiempos sedentarios, con muchísimas personas pasando todo el día sentadas frente a ordenadores, ocupando escritorios y sin apenas movimiento; y a menudo con dietas alimenticias que atentan contra la salud y promueven la obesidad: alimentos ultraprocesados, refrescos con exceso de azúcar, frituras, exceso de carbohidratos simples, etc.
Ha sido la reacción contra esta forma de vida, o el intento por atenuar sus efectos, lo que ha estimulado la aparición de los gimnasios, que hoy en día cumplen una importante función en la promoción de la salud pública y del desarrollo personal.
¿Cómo empezar a ir al gimnasio? No es tan difícil como parece una vez que tomes la decisión de asistir a uno y empieces a sentir y ver los resultados.
¿Para qué sirven los gimnasios?
Nuestro cuerpo es en gran medida una máquina de músculos y huesos que necesitan movimientos y ejercicios para estar sanos y fuertes, para desarrollarse y mantenerse. Además, ejercitarse y probar los límites de nuestras fuerzas afecta nuestro equilibrio emocional y espiritual de distintas maneras.
De ahí la expresión latina mens sana in corpore sano (una mente sana en un cuerpo sano). Griegos y romanos entendían la importancia de ejercitar el cuerpo para gozar también de una buena salud mental.
En tiempos antiguos y en lugares con muchos espacios no hay por qué ir al gimnasio, ya que hay muchas maneras de ejercitarse al aire libre. Pero la situación es muy diferente en los centros urbanos, con trabajos absorbentes y donde tenemos poco tiempo para ejercitarnos.
De ahí la utilidad de los gimnasios, y lo importante que es tener uno cerca de nuestra casa o de nuestro lugar de trabajo porque, sin duda, es bueno ir al gimnasio.
Estamos hablando de espacios equipados para desarrollar distintas partes de nuestro cuerpo, que por lo general, cuentan con instructores y personal capacitado para orientarnos y darnos pautas para aprovechar nuestro tiempo y ejercitarnos sin hacernos daño.
Son espacios exclusivamente pensados para ejercitar el cuerpo, desarrollarlo y ayudarlo a recuperarse y alcanzar una condición óptima.
¿Por qué ir al gimnasio?
Si llevas una vida activa, te alimentas bien, caminas y haces excursiones, quizás te preguntes por qué ir al gimnasio, si después de todo llevas una vida sana. Es posible que lo necesites menos que una persona que no cuida su dieta y pasa todo el día sentada, pero es más que probable que pueda ofrecerte otros beneficios.
Pues por más que intentemos llevar una vida sana, la vida diaria nos obliga a pasar mucho tiempo en oficinas, o haciendo trabajo virtual desde la casa, a comer rápido y a desplazarnos sin ejercitarnos, a menudo sometidos a condiciones de estrés o sumidos en nuestras preocupaciones.
¿Por qué ir al gimnasio? Porque ir al gimnasio es una manera de romper esa especie de rutina autodestructiva en los que muchos vivimos, al incorporar una o dos horas de nuestro tiempo a nuestra salud física y mental, ya que al ejercitar nuestro cuerpo obtenemos otros beneficios adicionales.
Una vez que encuentres la forma de cómo empezar a ir al gimnasio, verás que tu manera de vivir cambiará positivamente. Es bueno ir al gimnasio y vas a descubrirlo rápidamente, una vez que logres incorporar la asistencia al gimnasio en tu rutina semanal y comiences a notar los primeros efectos en tu cuerpo y mente.
Entre otras cosas, trabajarás los grupos musculares, más allá de la actividad cardiovascular. Tonificarás músculos y delinearás el cuerpo.
¿Qué necesito antes de saber cómo empezar a ir al gimnasio?
Hay varias cosas que es importante que sepas antes de inscribirte en un gimnasio, y algunas otras que podrías hacer.
Una de ellas es acudir a un médico y hacerte los exámenes que te recomiende antes de comenzar con una rutina de ejercicios, especialmente si es la primera vez que vas a ejercitarte de forma intensa.
Otra sugerencia, para cuando ya estés en el gimnasio, o incluso antes, si practicas algún deporte o disciplina deportiva, es tomar algún suplemento deportivo, como los que puedes conseguir en una tienda de nutrición deportiva.
También es importante pasearse por varias posibilidades, es decir, visitar varios gimnasios antes de elegir el definitivo, y tener en cuenta la facilidad para llegar a él desde tu casa o trabajo.
Es probable que parte de ti considere que es bueno ir al gimnasio, mientras otra te pregunte de forma desalentadora por qué ir al gimnasio, si sabes que pronto vas a abandonarlo.
Ese pequeño enemigo interno es el primer objetivo que derrotar cuando empezamos a acudir regularmente a un sitio de entrenamiento y a ponernos en manos de un instructor.
¿Cómo empezar a ir al gimnasio?
Una vez que entiendas por qué ir al gimnasio solo te va a traer beneficios, el siguiente paso es crear las condiciones para que hacer ejercicios regularmente en uno de estos espacios sea parte de nuestra rutina.
Vamos a repetir dos puntos claves: escoge un gimnasio que se encuentre en tus rutas entre el trabajo y la casa, para que no se haga forzado asistir regularmente.
Hazte una revisión médica y, dependiendo de los resultados, de las recomendaciones de tu médico y del instructor con el que comiences a ejercitarte, empieza a tomar suplementos deportivos.
Es importante tener claro cuáles son tus objetivos, por qué ir al gimnasio, si es para perder peso, para tonificar tus músculos, para mejorar una parte de tu cuerpo, para adquirir fuerza o resistencia o, simplemente, para sentirte mejor.
Son muchas las razones por las que es bueno ir al gimnasio, pero debes comenzar con objetivos realistas y que realmente puedas alcanzar durante los primeros meses, para evitar desilusionarte. Si te pones objetivos demasiado ambiciosos puedes sobre ejercitarte y lesionarte.
Otra forma de cómo empezar a ir al gimnasio y no desistir pronto, es convencer a tu pareja o a una amiga para que asista también y compartir las rutinas. Es una forma de hacer vida social mientras te ejercitas.
Beneficios de ir al gimnasio
No hay nada como empezar a ir al gimnasio, hace que te sientas mejor, mejora tu autoestima, mejora tu vida social y hasta aspectos de tu vida laboral. Pronto verás por qué ir al gimnasio ha sido una de las mejores decisiones que has podido tomar.
He aquí algunos motivos por los que es bueno ir al gimnasio:
- Mejora tu salud. El ejercicio fortalece tus músculos, mejora la circulación y activa tu sistema inmunitario.
- Hacer ejercicios bajo la supervisión de un instructor evita que te lesiones y que alcances los objetivos que estás buscando, siguiendo las indicaciones y rutinas propuestas por el instructor.
- En el gimnasio liberas el estrés y además el ejercicio y la fatiga favorecen que duermas mejor.
- Los ejercicios en el gimnasio mejoran el ánimo, ayudan a combatir la depresión y a subir la autoestima.
- Los ejercicios en el gimnasio también son parte de varias terapias de rehabilitación y son una manera de recuperarse de lesiones y enfermedades.
- Si vas al gimnasio antes de ir al trabajo, el mismo puede funcionar como un estimulante, y llenarte de energía para enfrentar los desafíos de la jornada.
- Trabajando bajo la orientación de un instructor, serás más consciente de tus avances y del logro de los objetivos y metas que te hayas planteado.
- El gimnasio sirve también para conocer gente y hacer amigos y amigas.